Agradar a Dios antes que a los hombres

 "Otra vez entró Jesús en una sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca.  Y le observaban para ver si lo sanaba en el día de reposo, para poder acusarle.  Y dijo* al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte aquí en medio.  Entonces les dijo*: ¿Es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal, salvar una vida o matar? Pero ellos guardaban silencio.  Y mirándolos en torno con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo* al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y su mano quedó sana.  Pero cuando los fariseos salieron, enseguida comenzaron a tramar con los herodianos en contra de Jesús, para ver cómo podrían destruirle." Marcos 3:1-6

Llama la atención el ver la bondad de Dios hacia los afligidos. Y contrasta con la actitud de los fariseos. Cuando leemos este pasaje, generalmente lo categorizamos como otro milagro mas de Jesús. Pero si nos acercamos a él, vemos que nos revela algo mas interesante.

Existen personas que estan al asecho, al igual que los fariseos. Vemos que ellos "observaban" a Jesús para acusarle. Vemos ademas que Jesús conociendo sus corazones, se entristeció porque sus corazones eran duros. De todas maneras, él era misericordioso en gran manera y aún con los fariseos incredulos, razonó y los hizó pensar. Ellos no pudieron responderle nada, sabían en sus corazones que Jesús estaba haciendo lo correcto, lo que agradaba a Dios.

Cómo podemos aplicar esto a nuestra vida?

Me estuve preguntando, alguna vez he pensado así como los fariseos? Creo que cada vez que alguién nos ofende o de alguna manera nos sentimos ofendidos, tendemos a reaccionar así. Observamos todo lo que hace la otra persona, esperando que haga algo mal, para acusarlo y justificar nuestras malas reacciones a partir de ese hecho. Jesús dijo que eso mostraba la dureza de los corazones de los fariseos. Estamos nosotros siendo duros de corazón? Pensamos nosotros hacer el bien antes que hacer el mal? agradar a Dios antes de agradar a nuestro propio corazón?

Meditemos en esto y que el Seños nos ayude en todo. Seamos diligentes e intencionales y agrademos a Dios en TODO lo que decidamos hacer en nuestra vida.

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