...Al Que Nos Amó y Nos Lavó De Nuestros Pecados Con su Sangre

 "A todos los sedientos: Venid a las aguas;  y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.  ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones.He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.   Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.Porque mis pensamientos no son vuestros pensamient

Mi Dios es consolador Mi Dios es perdonador Mi Dios es NUESTRO Dios Mi Dios es glorioso Mi Dios y su palabra permanecen para siempre Mi Dios es el Señor Mi Dios es Poderoso Mi Dios es Recompensador Mi Dios es pastor que apacienta su rebaño Mi Dios mide las aguas con el hueco de su mano Mi Dios mide el cielo con su palmo Mi Dios junta con tres dedos el polvo de la tierra Mi Dios pesa los montes con balanza y los collados también Mi Dios es incomparable Mi Dios esta sentado sobre el círculo de la Tierra Mi Dios extiende los cielos como una cortina Mi Dios convierte en nada a los poderosos Mi Dios hace como cosa vana a los que gobiernan la Tierra Mi Dios es Santo Mi Dios es Creador de todo, lo que tenemos, lo que hemos tenido y lo que no tenemos. Mi Dios es grande en Fuerza Mi Dios es grande en poder y dominio Mi Dios es Eterno Mi Dios creó los confines de la Tierra Mi Dios no se fatiga ni se cansa Mi Dios tiene entendimiento inalcanzable

Puede sernos muy útil, antes de conciliar el sueño el recordar este triste hecho, pues nos enseñará a desprendernos de las cosas terrenales. No hay, en verdad, nada agradable en recordar que no estamos libres de los dardos de la adversidad, pero ese recierdo puede humillarnos y evitar que nos jactemos, como lo hizo el salmista cuando dijo: "No seré jamás conmovido"(Sal. 30:6). Ese recuerdo puede también impedir que nos arraigumos demasiado en este suelo del cual muy pronto tendremos que ser trasladados al Edén celestial. Recordemos cuán breve es nuestra posesión de los favores temporales. Si tuviésemos presente que todos los árboles de la Tierra están marcados por el hacha del leñador, no haríamos tan prontamente nuestros nidos sobre ellos. Debemos amar, sí, pero con el amor que aguarda la muerte y no olvida la separación. Nuestros seres queridos no son sólo prestados y la hora en que tendremos que devolverlos al prestamista puede estar cercana. Lo mismo podemos decir de nues