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Mostrando entradas de julio, 2014
EL PECADO DE LA AUTOPROMOCIÓN JUL 16, 2015 Cuando vas a disfrutar de una obra teatral te das cuenta de que todas las luces y toda la atención del público van hacia los actores. Los aplausos de introducción son para ellos, los aplausos de cierre son para ellos. Lo interesante es que ellos no piden los aplausos: es la reacción de los demás ante su buen actuar. En ocasiones quisiéramos que eso pasara con nosotras. Muchas veces queremos que los demás se enfoquen en nuestras vidas y nos aplaudan. Pero a diferencia de los actores, nosotras podemos llegar a buscar actívamente que otros reconozcan nuestros logros como madres, como esposas, como hijas, como estudiantes. Queremos las luces sobre nosotras. Y esto no es algo que "simplemente nos gusta": es autopromoción, y es pecado delante de Dios. "No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes  considere al otro como más importante que a sí mismo ,", Filipenses 2:3. &

LA LIBERTAD DE LA SANIDAD INTERIOR

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Corrie Ten Boom, la preciosa santa que sufrió un trato cruel e inhumano en el campo de concentración de Alemania, había hablado recientemente en una iglesia en Munich. Después, se quedó sorprendida de ver que su antiguo captor se le acercó. Sintió que su corazón dejó de latir cuando él se le acercó, le extendió la mano, y se presentó como uno de los guardias en Ravensbruck.     Desde la guerra él se había convertido al cristianismo, él dijo: -Yo sé que Dios me ha perdonado por las cosas crueles que hice allí- confesó-, pero me gustaría escucharlo también de sus labios-luego, con la mano extendida, le preguntó en forma directa-, ¿Me podría perdonar?    Corrie describió los pensamientos que corrieron por su mente en ese momento: Y yo quedé allí de pie, yo cuyos pecados tenían que ser perdonados a diario, y no podía. Betsie había muerto en ese lugar, ¿podría él borrar su lenta y terrible muerte, sólo con preguntar? No pudieron haber sido muchos segundos los que él estuvo allí de pie

EL PADRE Y LA HIJA 2

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El Padre habló: ¿Estás lista, hija mía? Sí, pero no tengo nada que traer excepto yo misma. Tú eres todo lo que yo necesito. S eguro que tengo que traer algo; no me siento preparada para viajar . No te preocupes de los preparativos. Tu viaje ya ha comenzado. Pero tengo temor. No hay necesidad de temer;  Yo siempre estaré contigo. ¿Me darás lo que necesito? Yo te proveeré. ¿Qué proveerás? Todo lo esencial para tu jornada. ¿Y qué es lo esencial? Yo te mostraré a lo largo del camino. Por ahora,  tú tienes lo que es necesario: el deseo de acercarte  a Mi corazón.